Hepatitis en el embarazo

La hepatitis es un grupo de enfermedades en las que se produce inflamación de las células del hígado, generalmente la hepatitis es causada por: el consumo de agua o alimentos contaminados, tener relaciones sexuales sin el uso de preservativos o el uso de jeringas sucias.

Hay tres tipos hepatitis, catalogados como A, B y C. Actualmente se habla de otro tipo la hepatitis NO A, NO B, NO C. Sin embargo, algunas personas no presentan los síntomas de esta enfermedad sino que son portadores de la misma, por lo contagian a otras personas sin saberlo.

Si está usted embarazada o está intentando concebir es recompendable que se haga una prueba para la hepatitis para asegurar que no se transmite el virus al bebé.

Los síntomas de la hepatitis son náuseas, pérdida del apetito, fiebre, dolor abdominal e ictericia (color amarillento en la piel y los ojos de la persona que contrae el virus).

El virus de la hepatitis A se transmite al beber o comer alimentos que estén contaminados.

Para prevenir esta enfermedad, es necesario evitar los alimentos crudos o que hayan sido manipulados por personas contaminadas, y también evitar agua contaminada por heces de humanos o animales, lavarse las manos con frecuencia durante el día y vacunarse contra esta enfermedad.



La hepatitis B es la forma del virus más común. Generalmente las personas se contagian a través del contacto directo de la sangre, fluidos corporales y en las relaciones sexuales.

¿Qué ocurre si una mujer embarazada tiene hepatitis B?

Muchos de los bebés que nazcan de una madre que haya tenido este virus tienen una alta probabilidad de desarrollar hepatitis B de una manera crónica en la edad adulta, lo que puede conllevar a enfermedades como el cáncer de hígado y la cirrosis hepática que son enfermedades muy serias del hígado.

En cuanto a la hepatitis C, alrededor del 50% de las personas que la contraen lo hacen a causa del uso de drogas inyectables, y aproximadamente el 30% de las personas que padecen de esta enfermedad desconocen que la tienen, ya que son portadores de la misma.

Las consecuencias para la salud de la persona a largo plazo son cáncer de hígado, cirrosis y fatiga profunda.